Ex policías de ese municipio y encapuchados le dispararon mientras hacía su rondín
Las depuestas autoridades priístas ejercen presión para que se reanuden las clases
El féretro con el cuerpo del "vigilante popular" Arcadio Hernández fue cubierto con una bandera Foto Marco Peláez
San Antonino de Castillo Velasco, Oax., 3 de octubre. Un policía municipal del ayuntamiento constitucional popular de esta comunidad fue asesinado por un grupo de ex policías y desconocidos encapuchados la noche del lunes alrededor de las 22:30 horas. Los hechos ocurrieron en las afueras de esta cabecera municipal, donde desde hace unos meses gobierna dicho ayuntamiento, perteneciente a la APPO, después de que la población mayoritaria desconoció al alcalde priísta Joel López Sánchez, acusado de corrupción y abuso de autoridad.
El hoy occiso, Arcadio Fabián Hernández Santiago, de 49 años, se encontraba junto con otros seis vigilantes "populares" efectuando los rondines de rutina por todo el poblado en una patrulla municipal. Una camioneta pick up comenzó a seguirlos y se estacionó atrás de la patrulla cuando se encontraban en un paraje periférico y despoblado conocido como Cerro de las Azucenas, donde se encuentra la rústica Rotonda de la Guelaguetza. Los sujetos descendieron de su camioneta y encararon a la guardia municipal, apuntando con armas de fuego.
Según cuentan hoy dos policías municipales que presenciaron los hechos, la guardia solicitó a estas personas que se identificaran. Lograron reconocer al ex comandante de la policía municipal Melitón López Gómez (o López), depuesto junto con el ex edil Joel López Sánchez, y a Roque de Jesún (El Jarocho). "Nosotros no llevábamos más armas que nuestros garrotes y lámparas", dice uno de los topiles esta mañana frente al palacio municipal, donde se vela el cadáver ensangrentado de Arcadio, cubierto con una bandera nacional.
"Todos ellos traían armas. Dos venían encapuchados. Hicieron dos disparos a nuestros pies. Tratamos de calmar la situación. Les dijimos que se fueran, que estábamos haciendo la guardia. El difunto bajó de la patrulla y cuando estuvo como a cinco metros, un encapuchado le disparó con un arma M-16", agrega uno de los testigos. "La bala atravesó los dos pulmones de Arcadio y lo mató al instante".
Más detonaciones
La guardia municipal abandonó el lugar rumbo al centro de San Antonino para dar la noticia y reunir a la población. Todavía escucharon otras tres detonaciones. Se presentó el Ministerio Público del distrito de Ocotlán de Morelos, que practicó el levantamiento del cadáver. Al regresar de la diligencia, hacia la medianoche, "veníamos toda la bola y el señor Vicente Campos (conocido como Chente Carreño) nos echó encima su carro para atropellarnos", refiere una de las mujeres que acompaña el féretro de Arcadio, quien deja a su viuda y siete hijos, dos de ellos aún pequeños.
Los hechos se dieron en el contexto de las presiones ejercidas por las depuestas autoridades priístas para reiniciar las clases, siguiendo la "orden" del gobernador Ulises Ruiz, cuyo gobierno además entregó a los priístas de la comunidad 350 mil pesos para financiar el intento de romper el paro magisterial, que es respaldado por el ayuntamiento popular.
Los promotores del regreso a clases son Gonzalo Alonso García y Porfirio Lucas Raymundo, presidentes de los comités municipales del PRI y el PAN, respectivamente. Desde la semana pasada convocan a clases en domicilios particulares y son, ambos, parte de la "planta docente" e invitan a dar clases "al público en general". Este lunes abrieron un jardín de niños en el domicilio particular de Alonso García (una de la viviendas más grandes y ricas de San Antonino).
Si bien no más de 20 niños acudieron a clases, pues la mayoría del pueblo apoya la huelga magisterial, el intento de romper el paro acentuó el deterioro de la convivencia. La gente reunida hoy frente al cadáver del policía asesinado decidió salir en busca de Alonso para que "entregara" a loa asesinos, pues "los conoce". El presidente del ayuntamiento constitucional popular, Valentín Aguilar, llamó a la población a no buscar hacerse justicia por propia mano, sino a buscar que el crimen sea castigado por las vías legales.
No obstante, un grupo de mujeres, seguido por varios hombres, decidió ir este mediodía en busca del priísta. Este se ocultó en su casa, ubicada en la calle principal del pueblo. Allí estaban también los menores (de prescolar) que fueron a clases. De hecho, los pequeños fueron usados como "escudo humano" por el priísta, para evitar ser capturado por las mujeres. Se suscitó una situación tensa, pues las madres temieron, comprensiblemente, por sus niños, a pesar de que no había violencia. Algunos priístas amenazaron a la prensa, especialmente a los fotógrafos, demandando que se retiraran. "Si no, les va a ir mal", dijeron.
Apariciones de Ulises Ruiz, muy vigiladas
El gobernador Ulises Ruiz Ortiz inició este lunes su nuevo intento de retorno a Oaxaca con una gira por la costa, nada menos que en Santa María Huatulco, donde la Armada desembarca y posiciona embarcaciones, aeronaves, tanquetas y tropas desde el fin de semana. Según el boletín oficial, Ruiz Ortiz acudió a supervisar (sic que ni siquiera dice "inaugurar") la construcción de un hospital "y otras obras de beneficio social", y aseguró que bajo su administración "todo se maneja con transparencia y honestidad". También fue a Pinotepa Nacional.
Al mismo tiempo, en la costa, más abajo, en la región del istmo, ocho mil maestros marcharon 14 kilómetros entre El Espinal e Ixtepec, demandando la renuncia del mandatario y oponiéndose a una salida militar al conflicto. También participaron otras organizaciones que, junto con el magisterio, conforman la Asamblea Regional Permanente, a su vez parte de la APPO.
Esta mañana, Ruiz Ortiz regresó al lugar de sus grandes éxitos, el paseo Juárez, o El Llano, en la ciudad de Oaxaca, para supervisar la consagración de una imagen guadalupana en la iglesia del lugar y pasearse unos 100 metros por el parque, envuelto en una nube de 500 policías de civil y bastantes reporteros, mientras todo el perímetro era custodiado por al menos otros 100 agentes encubiertos y distribuidos en parejas. Es raro ver tantas parejas de varones secreteándose y caminando lado a lado. Otros eran "bomberos" con todo y pipa de agua, casco y botas de hule; otros más se fingían jardineros.
Este despliegue de protección, que no era propiamente "el pueblo", corrió a cargo de la Unidad Policial de Operaciones Especiales (UPOE), organismo entrenado por mandos kaibiles de Guatemala (de ahí lo "especial" de sus operaciones). El mando extraoficial de la UPOE es José Manuel Vera Salinas, quien fuera director de Seguridad Pública hasta el violento y fallido desalojo del magisterio el 14 de junio pasado. El ex funcionario, al igual que el director de la Policía Ministerial, Manuel Moreno Rivas, son también kaibiles. Tan es así que sus direcciones electrónicas llevan incluida la sílaba "ka".
Moreno Rivas había arribado este domingo a la pista aérea de la zona naval de Salina Cruz, en un helicóptero azul, matrícula XA-UCJ, mientras se concentraban en dicho puerto las fuerzas de la Armada que presumiblemente "restablecerán el orden" en la capital del estado. No obstante, el gobernador y sus colaboradores insisten, en declaraciones a la prensa, que todo lo ignoran acerca de la intervención marino-militar que se ve venir.
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