COMUNICADO DEL COMITÉ CLANDESTINO REVOLUCIONARIO INDÍGENA-COMANDANCIA GENERAL DEL EJÉRCITO ZAPATISTA DE LIBERACIÓN NACIONAL.
MÉXICO.
FEBRERO DEL 2006.
MÉXICO.
FEBRERO DEL 2006.
El EZLN dice su palabra sobre lo que los malos gobiernos están preparando, en el estado de Chiapas, en contra de las comunidades indígenas zapatistas:
Primero.- Como ha sido denunciado por los municipios autónomos y las juntas de buen gobierno, las supuestas campañas contra el narcotráfico que realizan los gobiernos son una farsa. Igual a la que llevó al poder al señor Calderón Hinojosa.
En los municipios con gobiernos oficiales es público el encubrimiento que las autoridades hacen de quienes trafican con autos robados y con quienes siembran drogas y las trafican.
El Ejército Federal, cuando llega a destruir plantíos de mariguana, sólo destruye las plantas maduras y deja los retoños. Esto con el fin de tener un pretexto para regresar y tratar de intimidar así a los pueblos zapatistas.
Además, las autoridades ni siquiera saben la geografía del estado, pues ubican la destrucción de plantíos como si estuvieran en territorios zapatistas, siendo que cualquiera sabe que son terrenos gobernados por autoridades pertenecientes al PRI y al PRD, habitados por sus seguidores.
Desde su nacimiento, el EZLN tiene prohibido la siembra, el tráfico y el uso de drogas (así como la comercialización y el uso de alcohol) y así lo han refrendado las autoridades civiles autónomas.
A pesar de que el señor Luís H. Álvarez, antiguo e inútil comisionado para la paz con Fox y ahora burócrata “indigenista” con Calderón Hinojosa, ha declarado una y otra vez que el EZLN es cosa del pasado, que ya no tiene fuerza, que ya desapareció, no sólo no ha disminuido la presencia militar en Chiapas, sino que se ha incrementado.
Si ya no existimos, si somos “cosa del pasado”, si ya no tenemos fuerza, ¿por qué mantienen y refuerzan la militarización y, como en los tiempos de Zedillo y Albores, la paramilitarización?
Los operativos contra el narcotráfico y los vehículos ilegales son meros pretextos para aumentar la ya de por sí desproporcionada militarización del Chiapas rural.
En Chiapas es delito ser zapatista o activista por los derechos humanos y la defensa del medio ambiente. Es decir, es delito defender y cuidar los bosques, castigar e impedir el narcotráfico y el tráfico de maderas preciosas, condenar la comercialización de vehículos robados, y mejorar las condiciones de vida de las comunidades indígenas con programas de educación, salud, vivienda y comercialización.
En cambio, ser narcotraficante, talar bosques y traficar con maderas preciosas, negociar con autos robados, amenazar de muerte y empobrecer más a las comunidades, es ser... Mando militar o policíaco, diputado, presidente municipal o funcionario estatal o federal.
Segundo.- Los gobiernos federal, estatal y municipales están preparando nuevos grupos de paramilitares, ahora bajo el disfraz de “organizaciones indígenas”. Tal es el caso de la llamada OPDDIC —u OPDIC— (Organización Para la Defensa de los Derechos Indígenas y Campesinos).
La llamada OPDDICestá dirigida por el señor Pedro Chulín, priísta y conocido promotor de grupos paramilitares (entre otros, el “MIRA” —Movimiento Indígena Revolucionario Antizapatista—), financiados por las autoridades y entrenados y abastecidos por el Ejército Federal. El señor Pedro Chulín empezó sus fechorías con el “croquetas” Albores Guillén y, desde entonces, ha contado con la complicidad de los siguientes gobiernos estatales y de los partidos políticos electorales.
En los últimos días, el señor Pedro Chulín y miembros de su banda han declarado que poseen las armas y la autorización del gobierno para provocar enfrentamientos con bases de apoyo zapatistas. Esto con el fin de presentar la imagen de choques entre indígenas y justificar así una intervención masiva de las fuerzas federales.
Además de esto, la OPDDIC y el señor Pedro Chulín están promoviendo la tala de árboles y el tráfico de maderas preciosas, arreglando contratos millonarios con las empresas destructoras de la selva. Estos contratos sólo lo benefician a él y a los demás dirigentes de la OPDDIC, mientras que a sus bases les dan una miseria.
La OPDDIC es una organización criminal. Según investigaciones del EZLN, la OPDDIC es la responsable directa del asesinato de indígenas (en un principio erróneamente identificados como bases de apoyo zapatistas) ocurrido en noviembre del año pasado, en la comunidad de Viejo Velasco Suárez, y se mantienen en la impunidad gracias a sus relaciones con el gobierno.
Asimismo, la OPDDIC, siguiendo los pasos de la organización paramilitar “Paz y Justicia” en el norte de Chiapas, se ha dedicado a amenazar de muerte a miembros de organizaciones no gubernamentales que, en Chiapas, se dedican a la defensa de los derechos humanos y del medio ambiente.
Tales son los casos de la ONG ecologista “Maderas del Pueblo del Sureste”, y de los centros de derechos humanos “Fray Bartolomé de las Casas” y “Fray Lorenzo de la Nada”, cuyos miembros han sido amenazados abiertamente por la OPDDIC sin que las autoridades hagan nada.
En los últimos días, la dirección de la OPDDIC ha enviado correspondencia, firmada por sus dirigentes, amenazando a familias enteras con ser desalojadas o atacadas por el delito de no afiliarse a su banda paramilitar o por no permitir el tráfico de madera.
Tercero.- A la OPDDIC, al señor Pedro Chulín y a las autoridades gubernamentales les decimos que estamos preparados y dispuestos a defender a nuestros pueblos y a hacer que se cumplan leyes indígenas que protegen los árboles y la naturaleza de la Selva Lacandona, prohibiendo la tala y el tráfico de maderas preciosas, así como la siembra, el tráfico y el consumo de narcóticos.
Les decimos que si están dispuestos a reiniciar la guerra con esos medios, aunque disfrazándola de “enfrentamiento entre indígenas”, y amparados en las poses militaristas del señor Calderón, nosotros también estamos dispuestos y listos.
Si piensan que así detendrán nuestro proyecto político de la “Otra Campaña”, les decimos que se equivocan. Durante años nos preparamos para este esfuerzo civil y pacífico de transformación real y profunda de nuestro país, aún en medio de una guerra.
Si calculan que con ese plan culminarán con éxito el aniquilamiento de las comunidades indígenas zapatistas y darán luz verde a la destrucción y el saqueo de la Selva Lacandona, que se aceleró bajo los gobiernos de Zedillo y de Fox, les decimos que estamos listos y dispuestos a resistir.
Con nuestra sangre recuperamos la vida para nuestra madre la tierra, con nuestra sangre la defenderemos.
No importa cuántos soldados, policías o paramilitares vengan, cuidaremos la tierra que guarda a nuestros muertos aún a costa de nuestra libertad o de nuestra vida.
Primero.- Como ha sido denunciado por los municipios autónomos y las juntas de buen gobierno, las supuestas campañas contra el narcotráfico que realizan los gobiernos son una farsa. Igual a la que llevó al poder al señor Calderón Hinojosa.
En los municipios con gobiernos oficiales es público el encubrimiento que las autoridades hacen de quienes trafican con autos robados y con quienes siembran drogas y las trafican.
El Ejército Federal, cuando llega a destruir plantíos de mariguana, sólo destruye las plantas maduras y deja los retoños. Esto con el fin de tener un pretexto para regresar y tratar de intimidar así a los pueblos zapatistas.
Además, las autoridades ni siquiera saben la geografía del estado, pues ubican la destrucción de plantíos como si estuvieran en territorios zapatistas, siendo que cualquiera sabe que son terrenos gobernados por autoridades pertenecientes al PRI y al PRD, habitados por sus seguidores.
Desde su nacimiento, el EZLN tiene prohibido la siembra, el tráfico y el uso de drogas (así como la comercialización y el uso de alcohol) y así lo han refrendado las autoridades civiles autónomas.
A pesar de que el señor Luís H. Álvarez, antiguo e inútil comisionado para la paz con Fox y ahora burócrata “indigenista” con Calderón Hinojosa, ha declarado una y otra vez que el EZLN es cosa del pasado, que ya no tiene fuerza, que ya desapareció, no sólo no ha disminuido la presencia militar en Chiapas, sino que se ha incrementado.
Si ya no existimos, si somos “cosa del pasado”, si ya no tenemos fuerza, ¿por qué mantienen y refuerzan la militarización y, como en los tiempos de Zedillo y Albores, la paramilitarización?
Los operativos contra el narcotráfico y los vehículos ilegales son meros pretextos para aumentar la ya de por sí desproporcionada militarización del Chiapas rural.
En Chiapas es delito ser zapatista o activista por los derechos humanos y la defensa del medio ambiente. Es decir, es delito defender y cuidar los bosques, castigar e impedir el narcotráfico y el tráfico de maderas preciosas, condenar la comercialización de vehículos robados, y mejorar las condiciones de vida de las comunidades indígenas con programas de educación, salud, vivienda y comercialización.
En cambio, ser narcotraficante, talar bosques y traficar con maderas preciosas, negociar con autos robados, amenazar de muerte y empobrecer más a las comunidades, es ser... Mando militar o policíaco, diputado, presidente municipal o funcionario estatal o federal.
Segundo.- Los gobiernos federal, estatal y municipales están preparando nuevos grupos de paramilitares, ahora bajo el disfraz de “organizaciones indígenas”. Tal es el caso de la llamada OPDDIC —u OPDIC— (Organización Para la Defensa de los Derechos Indígenas y Campesinos).
La llamada OPDDICestá dirigida por el señor Pedro Chulín, priísta y conocido promotor de grupos paramilitares (entre otros, el “MIRA” —Movimiento Indígena Revolucionario Antizapatista—), financiados por las autoridades y entrenados y abastecidos por el Ejército Federal. El señor Pedro Chulín empezó sus fechorías con el “croquetas” Albores Guillén y, desde entonces, ha contado con la complicidad de los siguientes gobiernos estatales y de los partidos políticos electorales.
En los últimos días, el señor Pedro Chulín y miembros de su banda han declarado que poseen las armas y la autorización del gobierno para provocar enfrentamientos con bases de apoyo zapatistas. Esto con el fin de presentar la imagen de choques entre indígenas y justificar así una intervención masiva de las fuerzas federales.
Además de esto, la OPDDIC y el señor Pedro Chulín están promoviendo la tala de árboles y el tráfico de maderas preciosas, arreglando contratos millonarios con las empresas destructoras de la selva. Estos contratos sólo lo benefician a él y a los demás dirigentes de la OPDDIC, mientras que a sus bases les dan una miseria.
La OPDDIC es una organización criminal. Según investigaciones del EZLN, la OPDDIC es la responsable directa del asesinato de indígenas (en un principio erróneamente identificados como bases de apoyo zapatistas) ocurrido en noviembre del año pasado, en la comunidad de Viejo Velasco Suárez, y se mantienen en la impunidad gracias a sus relaciones con el gobierno.
Asimismo, la OPDDIC, siguiendo los pasos de la organización paramilitar “Paz y Justicia” en el norte de Chiapas, se ha dedicado a amenazar de muerte a miembros de organizaciones no gubernamentales que, en Chiapas, se dedican a la defensa de los derechos humanos y del medio ambiente.
Tales son los casos de la ONG ecologista “Maderas del Pueblo del Sureste”, y de los centros de derechos humanos “Fray Bartolomé de las Casas” y “Fray Lorenzo de la Nada”, cuyos miembros han sido amenazados abiertamente por la OPDDIC sin que las autoridades hagan nada.
En los últimos días, la dirección de la OPDDIC ha enviado correspondencia, firmada por sus dirigentes, amenazando a familias enteras con ser desalojadas o atacadas por el delito de no afiliarse a su banda paramilitar o por no permitir el tráfico de madera.
Tercero.- A la OPDDIC, al señor Pedro Chulín y a las autoridades gubernamentales les decimos que estamos preparados y dispuestos a defender a nuestros pueblos y a hacer que se cumplan leyes indígenas que protegen los árboles y la naturaleza de la Selva Lacandona, prohibiendo la tala y el tráfico de maderas preciosas, así como la siembra, el tráfico y el consumo de narcóticos.
Les decimos que si están dispuestos a reiniciar la guerra con esos medios, aunque disfrazándola de “enfrentamiento entre indígenas”, y amparados en las poses militaristas del señor Calderón, nosotros también estamos dispuestos y listos.
Si piensan que así detendrán nuestro proyecto político de la “Otra Campaña”, les decimos que se equivocan. Durante años nos preparamos para este esfuerzo civil y pacífico de transformación real y profunda de nuestro país, aún en medio de una guerra.
Si calculan que con ese plan culminarán con éxito el aniquilamiento de las comunidades indígenas zapatistas y darán luz verde a la destrucción y el saqueo de la Selva Lacandona, que se aceleró bajo los gobiernos de Zedillo y de Fox, les decimos que estamos listos y dispuestos a resistir.
Con nuestra sangre recuperamos la vida para nuestra madre la tierra, con nuestra sangre la defenderemos.
No importa cuántos soldados, policías o paramilitares vengan, cuidaremos la tierra que guarda a nuestros muertos aún a costa de nuestra libertad o de nuestra vida.
¡LIBERTAD Y JUSTICIA PARA ATENCO!
¡LIBERTAD Y JUSTICIA PARA OAXACA!
¡DEMOCRACIA!
¡LIBERTAD!
¡JUSTICIA!
Desde las montañas del Sureste Mexicano.
Por el Comité Clandestino Revolucionario Indígena-Comandancia General del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.
Subcomandante Insurgente Marcos.
México, Febrero del 2007
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