Los gobernadores actúan como virreyes ante el fin del presidencialismo: Marcos

Crean sus leyes y hacen sus propias arbitrariedades, dice en Nayarit

JESUS NARVAEZ ROBLES

Tepic, Nay., 29 de mayo. Una consecuencia del desmoronamiento del presidencialismo en México es que la clase política se ha replegado a sus zonas de control en los estados, donde los grupos de poder, y en especial los gobernadores, se manejan como si fueran virreyes, afirmó el subcomandante Marcos.

"Lo que está ocurriendo es que a la hora de que se desmorona el presidencialismo, la clase política mexicana se repliega a sus zonas de control, o sea, a los estados o regiones donde se mueve ese fortalecimiento de los grupos, como el de Atlacomulco, en el estado de México, y como se llamen en Nayarit o en Jalisco, o en el noroeste de México", señaló en conferencia de prensa.

"Como ya no existe ese referente nacional que marque todo el país, en este caso en el dominio, en cada lugar el poder se está manejando como si fueran virreyes, crean sus propias leyes y hacen sus propias arbitrariedades", añadió.

Una reportera reclamó al subcomandante del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) haber "perdido esa chispa que tenía, cuando era un agasajo leer esos comunicados desde algún lugar de la selva Lacandona", y le preguntó "si se está renovando, y si no ha perdido esa esencia que el primero de enero de 1994 puso a los indígenas en el plano internacional".

Marcos replicó: "nosotros somos los voceros de un movimiento indígena fundamentalmente, y el movimiento de la otra campaña trata de rebasar el horizonte indígena. Nos estamos organizando y entrando en relaciones con organizaciones políticas, con grupos y colectivos que hacen trabajo cultural, organizaciones no gubernamentales, con grupos de otros amores, como homosexuales, lesbianas y transgénero, y entonces estamos aprendiendo esta otra realidad, como hace 20 años aprendimos la realidad indígena en Chiapas.

"Está ocurriendo dentro del EZLN este proceso de transformación y de adecuación, de descubrir una realidad y aprender a comunicarse con ella; esperemos que en poco tiempo podamos asimilar esto y volvamos a ser simpáticos, como en 1994. Ahorita estamos en la etapa aburrida, pero esperamos aprender pronto", dijo.

La Jornada