"Aprendemos mucho de la organización del EZLN", expresa labriego camboyano
Expectación por conocer las últimas noticias acerca de la situación en Oaxaca
Ejido Morelia, Chis., 24 de julio. Un cruce de caminos campesinos que luchan en distintas partes del mundo. Un encuentro cercano y a la vez bizarro entre mundos aparentemente distintos. En este caracol, representantes y bases de más de la mitad de los municipios autónomos zapatistas reciben a "pueblos del mundo". Difícil saber cuántos zapatistas están hoy aquí, pues van y vienen, pero son miles de indígenas, en su mayoría jóvenes. Por lo menos un centenar de ellos y ellas han tomado la palabra o la tomarán este miércoles para exponer algún aspecto de su autonomía en marcha, las formas de gobierno, la aplicación de justicia, la relación con la tierra sobre la cual se plantan.
Están presentes el Movimiento de los Sin Tierra brasileño y la Asamblea de los Pobres de Tailandia. Con mayas mexicanos experimentan un cruce de códigos tan distantes y tan iguales. Sayai y sus compañeros, campesinos de Tailandia, con sus parcelas en la frontera con Camboya, tratan de entender lo que ven aquí. A dos traductores de distancia (del español al inglés y luego al thai), siguen el hilo de este encuentro de los zapatistas con los pueblos del mundo.
"Aprendemos mucho de la organización de los zapatistas", dice. "Sobre todo, estamos muy inspirados por ellos". Pero lo que más tiene Sayai son preguntas concretas: ¿quién cuida los cultivos de un miembro de la junta de buen gobierno mientras está trabajando?, ¿cada cuándo hacen turnos?, ¿cómo funcionan sus comisiones de salud?, ¿cómo un niño campesino se vuelve joven maestro?
Las mujeres wayuu, de Venezuela, también "mero campesinas", están viendo la presentación de los comisariados ejidales autónomos y los agentes ejidales de los pueblos zapatistas, donde la mitad son mujeres. Para tomar la palabra, la representación ejidal de las comunidades habla "con el permiso de la madre Tierra y los ancianos".
En México casi no existen mujeres reconocidas como autoridades ejidales; especialmente en comunidades indígenas. Wayuu y purépechas, lo mismo que indonesios de Vía Campesina, encuentran con similar sorpresa que aquí sí. No que no haya participantes urbanos en el encuentro. Los hay, y de muchos tipos: anarquistas, grupos eclesiales, comunistas, zapatistas europeos de vieja cercanía, estudiantes universitarios de por lo menos 30 países y de casi cualquier estado de la República.
Pesa en el aire la situación de Oaxaca, y hay expectación por conocer las últimas noticias. Contra una manta en el techo de una casa en un rincón del caracol, anoche se proyectó un reciente documental sobre el conflicto oaxaqueño, y lo vieron cientos de personas, a ratos resistiéndose a la lluvia que en Chiapas nunca falta, menos en verano.
La Asamblea de los Pobres de Tailandia ha conocido represiones terribles. En su marcha a Bangkok. En sus tierras del sur. Militarización, arrestos. No obstante, "la asamblea es muy grande", expresan sus delegados. Posee redes de pescadores, protección de bosques, movimientos contra las represas, lucha por la tierra, barrios urbanos y defensa de los derechos de los trabajadores, que como en México pueden rayar en la esclavitud.
La comandanta tzeltal Delia dijo al participar en los trabajos de los municipios autónomos del caracol de La Garrucha: "Entre 1980 y 1994 los campesinos sufrieron represión. Ya nuestros abuelos vivieron en esclavitud y sin salario. Nosotros solicitamos la tierra, pero siempre fue cancelada por los malos gobiernos. Persecusiones, cárceles, casas quemadas. Nunca hubo una buena justicia".
Entre la noche del lunes y este martes han hablado representantes de los caracoles de La Garrucha y Roberto Barrios, en la Selva y la zona Norte respectivamente. Promotores de salud que llevan vacunas a casi todos los niños de los pueblos autónomos, tienen clínicas en las cabeceras municipales autónomas y casas de salud en las comunidades.
El caracol Nueva Semilla que va a producir, de Roberto Barrios, aporta algunas definiciones pedagógicas: "enseñamos a los niños a compartir, no a competir"; "la enseñanza oficial no toca lo que interesa a las comunidades"; "la educación autónoma se trata de que los niños se preparen para trabajar con su comunidad, no para ser desempleados, como hace la SEP".
Los delegados campesinos del mundo llegados acá cruzan sus caminos con nuevas generaciones de zapatistas, crecidas en resistencia y guerra de baja intensidad, y que entretejidas con sus mayores actúan directamente en la construcción de la autonomía, y en muchos casos en sus estructuras de gobierno. Jóvenes que todo el tiempo están enseñando. Y todo el tiempo están aprendiendo.
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