Enviado por cml el Lun, 2008-01-14 22:59.
Desde el espacio del Centro de Medios Libres de la Ciudad de México queremos expresar nuestra solidaridad con el periodista Hermann Bellinghausen y nuestra condena a los actos de hostigamiento presuntamente gubernamental que está padeciendo a últimas fechas según denuncia publicada en el diario La Jornada.
El último año y medio, en un clima de violaciones masivas a los derechos humanos, los periodistas con líneas independientes como Bellinghausen y los medios libres, independientes y comunitarios han padecido las repetidas agresiones de los cuerpos policiacos, militares y paramilitares del gobierno mexicano, en forma de detenciones arbitrarias, secuestros, golpizas, violaciones, violación a las garantías constitucionales y violaciones masivas a los derechos humanos.
Ello como punta del iceberg de la comisión de crímenes de lesa humanidad como política de gobierno, que generan capital políticos para alcanzar más altos puestos políticos. La población mexicana está sometida a doctrinas militares de control social, que desconocen el marco legal, la constitución y los acuerdos internacionales en materia de derechos humanos.
Tener un policía o un militar uniformado cerca es correr el peligro de torturas, detenciones arbitrarias, violación de las garantías individuales, y de los derechos humanos. En México la ciudadanía le tiene miedo a los policías y militares. Peor aún como en el caso de hostigamiento a Bellinghausen, cuando el policía o el militar vienen vestidos de civil, violentando con ello otras tantas normas legales.
Peor aun cuando el motivo de la persecución en el ejercicio de la libertad de información y de la libertad de expresión, así como el derecho al trabajo.
Los niveles de violencia del gobierno contra la ciudadanía en México hace bastante tiempo que están en niveles intolerables.
Ante ello nos solidarizamos con Hermann Bellinghausen y saludamos su importante producción periodística.
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El derecho a la información constituye uno de los pilares en la construcción de la confianza. En una sociedad la comunicación es suceptible al empoderamiento. En teoría, se supone que tendríamos unos medios de comunicación para buscar un avance real en la dimensión del ser como ente social; un progreso en nuestra manera de realcionarnos ayudados por la modernidad y la tecnología.
El periodismo, los periodistas, los profesionales de la comunicación, deberían mantener por sobre todo la ética y la veracidad y ponerse al servicio de la humanidad. Pero el poder se complace en tener a su servicio al periodismo, como una herramienta más en sus formas de control.
Algunos periodistas todavía tienen la decencia y la dignidad para decir la verdad. Hoy y siempre estamos con las causas que consideramos justas, con Radio Zapote, con Regeneración Radio, con Hermann Bellinghausen, con las y los medios libres y su gente que los trabaja.
Denuncia Bellinghausen actos de espionaje
En las semanas recientes he detectado, lo mismo que las alarmadas familias vecinas, que mi casa en San Cristóbal de las Casas es rondada y vigilada por desconocidos que huyen al ser interpelados, y siempre llevan consigo cámaras fotográficas (o algo parecido). Esos sujetos, siempre vistiendo camisas deportivas como de equipo de futbol, no tienen ninguna justificación para ingresar reiteradamente en mi jardín.
En otras ocasiones, también en semanas recientes, me han seguido vehículos hasta la puerta, para retirarse de inmediato. O bien, hay individuos en motocicleta “casualmente” estacionados en la entrada del callejón donde vivo.
¿Me espían, me vigilan, o qué? ¿Quiénes son? ¿A eso debemos acostumbrarnos los periodistas como “gajes del oficio” en la nueva “normalidad democrática”?
Hermann Bellinghausen
comments:
Quiero expresar solidaridad con Hermann Bellinghausen, periodista mexicano que hace su trabajo con seriedad y profesionalismo. Considero al gobierno mexicano responsable de cualquier agresión que pueda sufrir un hombre de tanto coraje y honestidad.
Giovanni Esposito
La Jornada
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