Aquí es Arizona, la carretera más congestionada de inmigrantes, la tierra de los minuteman (cazamigrantes) y de los american border patrol (otro grupo extremista y racista), el estado con las leyes más severas contra los trabajadores indocumentados, el territorio desértico donde aparecen, como espejismos, los centros de detención de migrantes, en el que los retenidos sobreviven bajo temperaturas inclementes en casas de campaña. Aquí es donde mueren más personas al tratar de cruzar la frontera, cada año se rompe el récord anterior y cada año son más mexicanos los que lo intentan.
Y aquí, en Tucson, a media hora del punto fronterizo con Nogales, Sonora, el colectivo Tierra y Libertad se organiza, crea autonomía y mecanismos de defensa con programas educativos que trascienden el activismo y que tienen como objetivo lograr que la comunidad “tome sus propias decisiones”. Se organizan, entre otros aspectos, contra las redadas de la Patrulla Fronteriza, difundiendo los derechos de los migrantes entre la gente del barrio y en las escuelas.
“Nuestra comunidad vive con los helicópteros de la migra y de la policía encima, perseguidos en carros y en bicicletas. Tenemos, además de la Border Patrol, a la Guardia Nacional y a los paramilitares, que son grupos extremistas que atacan con armas a los migrantes. Por eso la comunidad necesita organizarse, no sólo para defenderse, sino para tomar las riendas de su destino”, señalan Tina, Juan, Raúl y Luis, de Tierra y Libertad.
Con el programa “Alto a las redadas, migra fuera de las comunidades”, este grupo de jóvenes con trabajo comunitario quiere “combatir el sistema del miedo que hay en este país. Aquí nadie es ilegal. Somos libres y tenemos derechos. Por eso es necesario educarnos y crear poder dentro del barrio”.
En las tiendas, en las paradas de autobuses, afuera de las escuelas o en los parques, las redadas de la Patrulla Fronteriza detienen a personas indocumentadas, separan familias, destruyen comunidades enteras. “Se trata de hacernos creer que el gobierno puede legalmente perseguirnos y tratarnos como criminales”, señala Tina.
La agrupación Tierra y Libertad organiza en Tucson proyectos de autosustentabilidad del barrio, escuelas para la libertad, el programa contra las redadas y proyectos de arte y comunicación, entre otros, que tienen la finalidad de lograr la autonomía. “Siempre nos quedamos atorados pidiendo reformas. Nos están oprimiendo, no nos dejan en paz y por eso ahora se trata de dejar de pedir y empezar a luchar, como hacen los zapatistas”.
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