Los de Abajo
Lomas de Poleo, en Ciudad Juárez, Chihuahua, es el símbolo de la impunidad y la barbarie. Las familias que se niegan a entregar el terreno que habitan desde hace más de 30 años sobreviven bajo el terror impuesto por los empresarios Jorge y Pedro Zaragoza, quienes en semanas recientes han mandado destruir casas y secuestrado a dos colonos (en un operativo a cargo de miembros del Ejército), además de destruir las instalaciones eléctricas, obstaculizar el acceso de las pipas de agua y cavar una zanja profunda alrededor de la escuela primaria.
El gobernador de Chihuahua, José Reyes Baeza, ha permitido a los Zaragoza convertir la colonia en una cárcel, con cerca, caseta de vigilancia y guardias armados. Nunca pasa nada con las innumerables denuncias de los atropellos cometidos por los mercenarios. Las interpelaciones a Reyes Baeza y las innumerables peticiones de que interceda se han topado con una indiferencia sólo entendida como complicidad.
No es poco lo que se juega en Lomas de Poleo, pues los terrenos en los que se asienta forman parte de un nuevo corredor industrial transfronterizo entre Ciudad Juárez y Santa Teresa, Nuevo México.
En mayo de este año un grupo de colonos interpuso una demanda ante el Tribunal Agrario para demostrar la posesión de las 345 hectáreas desde hace más de tres décadas. Las casas, las escuelas, la iglesia, las instalaciones eléctricas y todo vestigio de vida son prueba de que las familias se encuentran en posesión del terreno. En estos momentos no pueden salir de sus casas, pues la gente armada de los Zaragoza destruye sus hogares y de inmediato levantan los escombros, como si no hubiera existido nada ahí antes.
De manera inconcebible el presidente del Tribunal Superior Agrario, Ricardo García, se tardó cinco meses en conceder una audiencia sobre el caso, misma que procederá hasta el 8 de enero de 2009. “Si seguimos así, para esas fechas ya no habrá casas ni nada en el lugar. La contraparte va a destruir la evidencia de que esta colonia existe”, advierte Bárbara Zamora, abogada de los colonos. Las medidas cautelares que se solicitaron para proteger la materia del juicio fueron ignoradas por la magistrada, mientras que el Ministerio Público se niega a seguir el caso, al igual que la Comisión Estatal de Derechos Humanos. Ni siquiera los notarios quieren ir a dar fe de lo que está ocurriendo, pues tienen miedo al poder de los Zaragoza.
La escalada de violencia no cesa, por lo que en los próximos tres meses puede ocurrir una tragedia en Lomas de Poleo de la que, sin duda, será cómplice Reyes Baeza.
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