Magno concierto y acto político en Los Angeles
Inicia en EU movilización internacional del EZLN
Cientos de personas de varias organizaciones sociales participaron ayer en la llamada Marcha por la libertad de las y los presos políticos. La movilización partió del Angel de la Independencia y concluyó en la plancha del Zócalo capitalino Roberto García Ortiz
Los Angeles, 28 de mayo. El primer gran acto de la otra campaña del otro lado se celebró la noche del sábado en la Granja del Sur Centro (South Central Farm), en lo más profundo de un barrio industrial de la parte negra de Los Angeles, en las tierras del que es considerado "el jardín urbano más grande de Estados Unidos". Desde el miércoles pasado las autoridades de la ciudad amenazaron con desalojar de aquí a las 350 familias de agricultores que cultivan decenas de productos desde hace 14 años.
Un grupo significativo de estos campesinos posmodernos son adherentes a la otra campaña, pero todos están en peligro de convertirse en "el Atenco del otro lado". Un magno concierto y acto político, que se inició a las 16 horas del sábado y continuó hasta la madrugada de hoy, marcó el comienzo formal de la movilización internacional de la otra campaña en territorio estadunidense. Simultáneamente, la cantante Joan Baez y la actriz Darryl Hannah (quien se dio a conocer como la rubia "replicante del placer" en la película Bladerunner, de Ridley Scott, fantasía futurista en esta misma ciudad) se unieron a los célebres ecologistas Julia Butterfly y John Quigley en una plantón, a varios metros de altura, para defender simbólicamente un añejo árbol que crece en la granja, el cual sería derribado en caso de que se cumpla la orden de desalojo librada por el gobierno de Antonio Villaraigosa.
Al pie del árbol hay un centenar de veladoras encendidas, un inmenso retrato del líder chicano César Chávez y más de 20 tiendas de campaña, en las que permanecen en guardia un centenar de activistas angelinos. Cuatro piquetes de vigilantes, apostados en las cuatro esquinas de la inmensa manzana, permanecen alertas ante la posible incursión policiaca, que iba a suceder este fin de semana, pero ante la movilización fue suspendida. Con eso de que hasta Leonardo di Caprio ha venido a solidarizarse con los farmers en resistencia, la cadena televisiva Fox también monta guardia, ante la posibilidad de una acción policiaca que, de suceder, será espectacular y quizá violenta.
Los campesinos son migrantes de México, Guatemala, El Salvador, Nicaragua y Venezuela. Tezozomoc, representante de la peculiar comunidad, resume: "Somos mesoamericanos". Esta isla de verdor, selva de platanares, milpas, huertas de frutales y nopales, contrasta dramáticamente con la jungla de metal y concreto que la rodea. A pocos metros corren las vías férreas de la avenida Long Beach. El gobierno y los inversionistas planean construir aquí bodegas (lo único que hay a la redonda). Los planes de las familias son otros: crear un mercado de productos orgánicos, un centro cultural y una escuela de prácticas agrícolas alternativas.
El espejo de la otra campaña en México encuentra aquí una de sus más elocuentes y espectaculares imágenes paralelas. La resistencia contra el neoliberalismo feroz. En el centro del predio se alza una modesta tarima, por donde desfilan decenas de grupos mexicano-estadunidenses de rock, hip hop, son tropical y jazz latino, lo mismo que oradores que relatan los acontecimientos en San Salvador Atenco, exigen la libertad de los presos políticos, saludan a la otra campaña de México y al EZLN. Las cuatro chicas chicanas del grupo Cihuatl Tonali interpretan un hip hop feminista y postconchero, inspirado por "Pachamama Tonatzin", en el colmo del sincretismo; el público les responde con entusiasmo.
La manta que cubre la parte posterior del estrado lleva pintada una indígena zapatista con pasamontañas y empuñando un arma. Se lee: "Repudio total a la represión en Atenco. Castigo a los asesinos y violadores: la otra del otro lado".
Cerca de la medianoche toma el escenario Aztlán Underground: estridente, poderosa y superzapatista banda, una de las mejores del mundo. Su mezcla de rock pesado y hip hop en náhuatl, castellano e inglés la hace única. Los Aztlán son un símbolo juvenil desde Tijuana hasta acá, y ahora muestran una evolución escalofriante de su sonido y su estampa guerrera. Tan apacibles y amables que son cuando bajan del escenario.
La Granja del Sur Centro es, según una de sus pobladoras, el lugar más seguro para los niños en toda el área. Muchos de ellos juegan hasta muy noche en las "calles" que separan las numerosas parcelas, cuya productividad por metro cuadrado es extraordinaria.
Una manta, que cubre la alambrada de otro de los predios rurales inmersos en la selva de concreto más extensa de la Tierra, proclama: "No nos dejen solos. Todos somos Marcos. La solidaridad internacional. EZLN". Otros carteles se oponen al Plan Puebla-Panamá y a la ley migratoria estadunidense, que tanto entusiasma al foxismo.
Xochisoneros, Kanari, Bombachante, Boomerang Politik: los grupos musicales se suceden. Demandan la libertad de los presos políticos en los penales de Santiaguito y La Palma. Un orador informa en perfecto spanglish sobre las órdenes de aprehensión contra la joven dirigente América del Valle y el público, que aumenta y dismunuye a o largo de la velada, expresa ruidosamente su rechazo a las nuevas agresiones "legales" contra los atenquenses. En los puestos comerciales se venden a bajo precio copias en inglés de la Sexta declaración de la selva Lacandona. Los alimentos (frijoles, ensaladas y tortillas), cosechados aquí mismo, se ofrecen gratuitamente.
En la conciencia colectiva de los granjeros pesa una idea sostenida: "What happened today in Atenco can happen tomorrow in South Central" ("Lo que pasó hoy en Atenco puede pasar mañana en Sur Centro"). El capitalismo salvaje de arriba no conoce fronteras. Las resistencias populares tampoco.
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