Me parece digno de mencionarse este párrafo de la columa de Julio Hernández López:
Astillas:
Embebidos en lo electoral, los mexicanos apenas hemos atendido el fenómeno de insurrección social que se ha dado en Oaxaca. Acostumbrados a entender lo político a partir de intrigas y juegos de poder en las elites, los analistas y comentaristas cargaron (¡cargamos, kimosabi!) la tinta inicial en los presuntos ajustes de cuentas de Gordillo hacia Madrazo-Ulises-Murat y en supuestas maquinaciones electorales hechas en las alturas políticas. Mientras eran tejidas múltiples interpretaciones a cual más equivocada, en Oaxaca -no sólo en la ciudad, sino en varios lugares de la entidad- se desarrollaba una insólita movilización que enfrentó al despótico poder local e instaló una forma de representación social fundada en la discusión abierta y la convergencia de corrientes en una dirección más o menos estable y eficaz. Abandonados por un gobierno central concentrado en la caza anunciada del peje, los oaxaqueños han ido instalando una especie de gobierno comunal que lo mismo ha decidido la toma de radiodifusoras en las que se ejercía periodismo oficialista (para convertirlas en instrumento de lucha) que ha tenido momentos deplorables de violencia y de presunta justicia cobrada por propia mano. Hoy, luego de tanta ausencia de gobierno en Oaxaca, es muy posible que el rodar de la cabeza de Ulises Ruiz no sirva para apaciguar las inconformidades desatadas. En Oaxaca hay una nueva forma de hacer política, una nueva percepción de la relación de la sociedad con la autoridad y una exitosa rebeldía colectiva...
juliohdz@jornada.com.mx
www.juliohernandez.com.mx
0 comments:
Publicar un comentario