Amplían cementerio de migrantes desconocidos
Se ubica en un lote que servía como tiradero de basura cerca de Mexicali
Jorge Morales Almada
Martes, 31 de julio de 2007 HOLTVILLE.— Un terreno que servía como tiradero de basura ha sido acondicionado para ampliar el cementerio de migrantes no identificados en este pequeño pueblo cercano a la frontera con Mexicali, México.
Las primeras cruces para quienes han muerto en el intento de cruzar la frontera y cuyos cadáveres nunca fueron reclamados o identificados han sido ya colocadas en el nuevo espacio.
Los nuevos ladrillos colocados a manera de tumba llevan grabados los nombres de José Chavarín, Nicolás Estrada, Rubén López, Alberto Tapia, Rosenda Camacho… pero también están los "John Doe" y las "Jane Doe", personas no identificadas y que murieron al intentar cruzar por la zona desértica del condado Imperial o por las aguas del canal Todo Americano.
"Es un pronóstico terrible, no sólo para el resto del verano, sino para cuanto dure esta estrategia de poner en riesgo cada vez más a los migrantes", comentó Claudia Smith sobre la apertura del nuevo espacio, ya que el terreno aledaño ha sido saturado.
Como directora del proyecto fronterizo en San Diego de la organización California Rural Legal Assistance Foundation, Smith dijo que este cementerio es el más grande con sepulturas de migrantes no identificados, alrededor de 400.
Datos de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) de México indican que durante los primeros seis meses de 2007 fueron 16 los migrantes muertos en la zona del Valle Imperial. Nueve de ellos aún no habían sido identificados.
El padre Richard Estrada, párroco de la iglesia de la Placita Olvera, y un grupo de voluntarios del Proyecto del Agua, que abastece a indocumentados de este vital líquido en el desierto, visitaron durante el fin de semana el cementerio Terrace Park de este poblado, donde se descubrió que el área donde sepultan a los desconocidos ha sido extendida.
"Esta sección es para quienes no tienen dinero, para quienes mueren en el canal, en el desierto o en accidentes, y estamos hablando que el 80 % de ellos son inmigrantes", comentó el padre Estrada luego de ofrecer una oración por quienes ahí están sepultados, como sepultados quedaron esos sueños de una mejor vida para sus familias.
La mayoría de las cruces de los más de 400 cadáveres ahí sepultados refieren la frase: "No olvidado".
"Eso significa que no vamos a callar esta tragedia, que nosotros sí los recordamos", enfatizó el cura. "Ahora estamos viendo que ya empezaron una sección, ahí era un basurero, o sea, que están esperando más muertes".
Cada cruz instalada en este cementerio de migrantes, dijo el padre Estrada, representa a un hijo, una hija, un padre, una madre, a alguien que dejó a su familia por mejorar sus vidas.
La activista Claudia Smith comentó que las muertes en la frontera cada año están llegando a niveles récord.
"Los migrantes están siendo empujados a partes más remotas, donde la posibilidad de ser rescatados son mínimas… están redoblando la vigilancia en Arizona, pero a los migrantes no los detienen y buscan cómo cruzar hacia el este o al oeste. Sólo están intercambiando un peligro por otro, porque no hay rutas seguras", mencionó.
De acuerdo con esta activista, desde 1998 la Operación Guardián del gobierno estadounidense empezó a empujar la mayoría del tráfico humano en California hacia el desierto del Valle Imperial.
"Es entonces cuando se empiezan a disparar las muertes, los no identificados eran indigentes y ahí el condado Imperial tuvo que buscar un cementerio", dijo Smith.
De los casi 4,500 muertes que desde 1994 se han registrado en la frontera, apuntó, una tercera parte se estima no han sido identificados, es decir, que son alrededor de 1,500 familias las que han perdido a sus familiares en la frontera sin que sepan cuál fue su destino.
Esos aproximadamente 1,500 migrantes muertos no identificados o "no olvidados" han sido en toda la frontera de México y Estados Unidos, pero este cementerio de Holtville es el que más cadáveres de ellos alberga.
"Estamos hablando de una responsabilidad compartida de ambos gobiernos por estas muertes, porque es el resultado de una estrategia deliberada de poner en riesgo a los migrantes mientras que han sido olvidados por su gobierno", reclamó Smith.
"Pero no por nosotros", agregó, "para nosotros no son olvidados".
0 comments:
Publicar un comentario