Para la prensa del centro del país es sólo un desafío al ingenio de los migrantes
Somos una sociedad que ya incluye entre sus habilidades la trampa y la malicia, señala
Tijuana. La migración hacia el norte del país generó que estados como California sean ahora parte de la mexicanización de Estados Unidos, pues la explosión demográfica en el vecino país permite el desarrollo de la cultura y forma de vida de los connacionales, apuntó el escritor Carlos Monsiváis durante su visita a esta ciudad fronteriza.
Los migrantes representan para el vecino país un proceso difícil de detener, ya que las pocas oportunidades de empleo en México los empujan a cruzar la frontera, aun a riesgo de perder la vida, enfrentando ahora un nuevo reto: el muro, del cual los medios nacionales -en particular los del centro del país- no tienen una visión crítica, sino al contrario: consideran que es otro desafío, porque el ingenio de los connacionales es incalculable.
Ante un nutrido público que escuchó atento la plática, Monsiváis expuso que mientras Estados Unidos sea una potencia, México no podrá liberarse de ese yugo por múltiples y entendibles razones.
Llama la atención -insistió- que el muro fronterizo no haya sido considerado por el gobierno mexicano como un agravio, pues además de ser una señal de desconfianza representa el rechazo de una nación. Más grave aún, dijo, es que los medios del centro del país no lo registren como un gran insulto.
"Esto me lleva a la idea de que ya es una sociedad que incluye la malicia y la trampa entre las habilidades o las características de sus habitantes, porque se sabe condenada a no tener esa posibilidad de ser tomada en cuenta sin que haya una minimización de sus posibilidades."
Movilidad social
Asimismo, señaló que el impulso migratorio es cada vez más arraigado, en la medida en que la movilidad social se ha suspendido, y actualmente el sueño de la movilidad geográfica es lo que en verdad sostiene la decadencia o la ruina del movimiento social.
Resaltó que la movilidad geográfica ha sido examinada con precisión en muchos trabajos de los colegios de la Frontera Norte (Colef) y de Michoacán, donde hay un intento de categorizar y precisar tipológicamente el México migrante, que es, se quiera o no, la parte más viva del país a la que ya todos pertenecemos.
En este tenor, resaltó que le agrada el modo en que el Colef ha indagado en una realidad, verificando leyendas, costumbres y mitos en torno a los migrantes: el gran mapa del México que emigra en un sentido simbólico.
Añadió que esta institución tiene la tarea de convertirse cada vez más en una referencia obligada de la vida de Tijuana, Ciudad Juárez o Matamoros, como lo es la Universidad Nacional Autónoma de México: una gran referencia del Estado laico. Sin embargo, advirtió, tiene que ampliar su indagación sobre las dimensiones culturales de la migración.
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