Si ese proyecto se extingue habrá secuelas en el mundo, alerta el intelectual británico
Durante la presentación de su nuevo libro publicado por La Jornada, pidió el apoyo inmediato de la sociedad civil
En Chiapas han logrado un archipiélago que puede llevar a un continente de justicia y dignidad, subraya
“Toda mi vida he sido anticapitalista, odio el capitalismo”
El proyecto zapatista se encuentra verdaderamente amenazado y, si desaparece, sus consecuencias se sentirán en todo el mundo, advirtió el intelectual británico John Berger, durante la presentación de su libro Con la esperanza entre los dientes, publicado por La Jornada.
“No olviden a los zapatistas que necesitan el apoyo de la sociedad civil ahora, inmediatamente”, exhortó.
“Quiero contarles un poco de mi reciente experiencia en San Cristóbal y el coloquio con los zapatistas”, dijo el escritor este miércoles por la noche en Casa Lamm, acompañado de Ramón Vera, Jean Robert y Andrés Barreda.
Asimismo desde México lanzó un mensaje de solidaridad a “todo esa pueblo valiente que son los palestinos”. Entre el público se encontraba Elena Poniatowska, escritora y colaboradora de La Jornada.
Visión relevante a escala mundial
Recién llegado del encuentro en los Altos de Chiapas, y en su primera visita a México, John Berger advirtió: “Lo más urgente de todo es que su posición ahora está verdaderamente amenazada y tenemos que estar conscientes de eso, reaccionar a eso, en todas las formas posibles.
“No quiero hablar de la información exacta, porque aunque sé un poquito, quizá ustedes conocen más. No vengo a decirles qué está pasando en su país, de lo que sí puedo hablar es de mi propia sensación y es de gran peligro para el proyecto zapatista, el cual si es eliminado tendrá consecuencias en todo el mundo. Es necesario que la sociedad civil los apoye.”
El también colaborador de La Jornada señaló que las posibles causas de la reducción del apoyo de la sociedad civil fueron la postura del subcomandante Marcos y de los zapatistas en general de no votar en las elecciones pasadas y “hay una tendencia a culparlos, casi tanto como al fraude, por las desastrosas consecuencias de las elecciones.
“La posición zapatista de no votar me parece una decisión racional; discutible, pero racional. Los tonos exagerados con los que se refirieron a Andrés Manuel López Obrador quizá fueron un error. Pero los errores políticos ocurren, es una cuestión de perspectiva hacia ellos.
“Esos pequeños errores –porque en este largo sentido del tiempo fueron pequeños pero importantes– simplemente no pueden servir para que sean destruidos la visión y el proyecto de los zapatistas, que son relevantes no sólo para Chiapas, sino para el mundo entero.
“Lo que han logrado en Chiapas es como un archipiélago en el cual el paso del tiempo puede llevar a un continente, a un continente nuevo de justicia social y dignidad.
“Llegar al continente desde el archipiélago podría tomar 10, 20 años o un siglo, pero debemos tener esa clase de perspectiva.
“Paradójicamente, esa larga perspectiva del tiempo (que en la montaña es más largo y enorme) significa que instantáneamente ahora tenemos que movilizarnos en todo sentido posible para prevenir esa amenaza real de extinción.”
Solidario con el pueblo palestino
En su primer viaje a México, Berger dijo que nunca, cuando escribía sus obras, pensó que vendría a este país, desde donde envió su mensaje de solidaridad con el pueblo palestino. “Era necesario venir aquí, pero cancelamos un viaje a Gaza. Lo que quiero decir aquí, y seguramente comparten ustedes, es solidaridad, coraje, continuidad a ese pueblo valiente que son los palestinos”.
Habló otro poco de su vida en los Alpes, su aprendizaje con los campesinos, quienes se convirtieron en su universidad. Y sí, dijo, “toda mi vida, primero intuitivamente y después con más equipo intelectual, he sido anticapitalista; odio el capitalismo”.
Y a continuación leyó uno de sus cuentos, Las abuelas. Poco antes, en su intervención, el investigador Andrés Barreda señaló que John Berger “se ha vuelto un referente dentro de la necesaria crítica total a la sociedad burguesa y toda la civilización. Sin abandonar sus experiencias logra encontrar la forma de ampliar y profundizar sus variadas críticas, de manera que logra mantener siempre vivos los lenguajes específicos del artista, del crítico de arte, del novelista, de un sociólogo que no es académico; un filósofo verdadero y un activista incansable”.
John Berger, añadió Barreda, “es un estado de ánimo profundo” que se ocupa de comprender a los pobres del siglo XX y, en este contexto, su libro Con la esperanza entre los dientes es una reflexión crítica que discurre cuando se alcanza un modo de ser. “No sólo como un estado íntimo, sino como una experiencia colectiva”.
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Precisiones de John Berger
(En relación al título con el que apareció esta nota en la contraportada de La Jornada: "Los zapatistas han perdido apoyos por su llamado a no votar en 2006, plantea Berger" -- nota de detod@s paratod@s)
El miércoles pasado asistí en el Distrito Federal a una reunión donde, bajo los auspicios de La Jornada, me dirigí al público acerca de mi reciente visita a Chiapas. Di testimonio del hecho de que por más de diez años he sido y soy un simpatizante del zapatismo. Hablé de su importancia global en la lucha contra la nueva tiranía mundial del capitalismo. Pero por encima de todo hice un apasionado exhorto a que la sociedad civil mexicana exprese su solidaridad con los zapatistas y actúe en consecuencia y de inmediato, por el terrible peligro que pende sobre ellos a partir de un plan largamente preparado para eliminarlos. ¿Cómo es que un encabezado de La Jornada, que informa de esta reunión, indica que vine a criticar a los zapatistas y al subcomandante Marcos?
Permitamos que los lectores comparen, si están interesados, el encabezado de la contraportada con lo que dije en realidad, según se presenta en la página 4a de la edición del 19 de diciembre de 2007.
Claro que aludí al hecho de que el modo en que expresaron su posición los zapatistas durante las últimas elecciones aparentemente pudo haber sido una razón para que perdieran cierto respaldo de la sociedad civil. Pero me esforcé en señalar que aunque desde un punto de vista de corto plazo su posición –malinterpretada con frecuencia– pudiera ser considerada por algunos como un error (los errores son humanos), desde una perspectiva histórica, eso debería considerarse un mero detalle. Y un detalle así nunca podría ser una razón responsable para dudar de movilizarnos en respaldo de sus inmensos logros y de su continua promesa para el futuro mundial de la resistencia. El tiempo es corto. La historia, larga. Pero hay decisiones inmediatas y debemos recordar nuestras prioridades.
Cuando utilizamos un encabezado adecuadamente, sirve como lente de aumento para acercar lo esencial acerca de lo que realmente se dijo o sucedió.
Movilicemos nuestra solidaridad con las montañas del sureste mexicano antes de que sea demasiado tarde.
John Berger
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