Los de Abajo: El Violín zapatista (Gloria Muñoz Ramírez)

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En un acto que pasó desapercibido para los medios de comunicación, no obstante su gran convocatoria y la presencia del equipo de actores de la película El Violín, se reunió gente de muchas generaciones para solidarizarse con las comunidades indígenas zapatistas, actualmente bajo amenaza militar, paramilitar y policiaca –tan sólo en recientes días fueron sentenciados dos zapatistas a ocho años de prisión, acusados de homicidio nada menos que por miembros del grupo paramilitar Organización para la Defensa de los Derechos Indígenas y Campesinos (Opddic). El juez dio la espalda a irregularidades y contradicciones denunciadas por la defensa, y hasta indemnizó a “los opdiqueros”.

En el acto celebrado en la ciudad de México, los actores de la multipremiada película El Violín expresaron abiertamente su rechazo a la militarización, no sólo de Chiapas, sino de todas las comunidades indígenas del país. El ambiente en el local de UNIOS fue franco, cálido y solidario. “Hace mucho tiempo que no lográbamos algo así en el DF”, fue el comentario general de los asistentes a la jornada de apoyo, en la que Ernesto Ledesma, del Centro de Análisis Político e Investigaciones Sociales y Económicas, detalló la actual ofensiva contra los territorios indígenas zapatistas y la política de despojo de los gobiernos locales, estatal y federal.

La cereza del pastel la pusieron Guillermo y Mariana Selvas, quienes horas antes habían recobrado su libertad (injustamente arrebatada en la salvaje represión perpetrada en San Salvador Atenco, los días 3 y 4 de mayo de 2006). Tras las rejas permanecieron un año ocho meses, salieron absueltos de toda culpa y ni el típico “usted perdone” recibieron. Apenas salieron de prisión y se integraron a las tareas de la otra campaña, agradecieron el apoyo recibido por sus compañeros y dejaron claro que su libertad no fue ninguna concesión, sino producto de las movilizaciones emprendidas. Esto prueba “de qué están hechos” los compañeros de la otra, señaló Sergio Rodríguez durante su participación, quien recordó que “aún no están todos con nosotros”, por lo que se debe seguir luchando por la libertad de los 16 que permanecen en el penal de Molino de Flores, y tres en la cárcel de alta seguridad del Altiplano.

Quizás no tan visible como en otros momentos, pero la gente más de abajo y a la izquierda no deja de solidarizarse con los zapatistas. Los pueblos organizados en el Consejo Autónomo Regional, de la zona Costa de Chiapas, se preparan para una movilización de apoyo el 4 de febrero. Por su parte, desde Puebla, se alista una caravana de solidaridad con las comunidades zapatistas. Partirá el 21 de febrero del estadio Cuauhtémoc, con destino a los pueblos en resistencia amenazados.

Desde Chile: Patricia Troncoso ha depuesto la huelga que mantuvo durante 110 días. Consiguió beneficios carcelarios para ella y dos de sus compañeros. El periodista Mario Casasús corrige: “la condena definitiva contra la comunera mapuche, por el caso Poluco Pidenco, fue en febrero de 2004...” y no en 2001, como lo señalamos en este espacio.

La Jornada